El legado del olivo de Túnez: siglos en cada botella
- UI/Ux Visioad
- 11 oct
- 2 Min. de lectura
Cada gota de aceite de oliva Oleajoy esconde una historia, una historia arraigada en la tierra soleada de Túnez y sus olivares centenarios. Mucho antes de que el aceite de oliva se convirtiera en un símbolo mundial de bienestar y sabor, Túnez ya vivía y respiraba esta tradición dorada.
Un patrimonio tan antiguo como la civilización
El cultivo del olivo en Túnez se remonta a más de 3000 años , comenzando con los fenicios y perfeccionándose bajo la influencia romana. Hoy en día, Túnez alberga más de 88 millones de olivos , muchos de ellos centenarios. Algunos olivares se han transmitido de generación en generación, produciendo aceitunas de los mismos árboles resistentes que antaño daban sombra a los antiguos agricultores.
Estos árboles son más que cultivos, son símbolos de resistencia, arraigados en el espíritu mediterráneo.

Túnez: una potencia mundial del aceite de oliva
Aunque a menudo se le considera la joya escondida del Mediterráneo, Túnez es uno de los mayores exportadores de aceite de oliva del mundo. Su clima único, sus largos veranos, sus inviernos suaves y su suelo rico en minerales producen aceites con:
Notas frutales y florales
Amargor equilibrado y final picante.
Una riqueza que los chefs y las familias de todo el mundo atesoran
Oleajoy continúa con orgullo este legado, llevando el aceite de oliva tunecino a nuevas mesas en todo el mundo.
De los huertos familiares a las cocinas globales
En Oleajoy, no se trata solo de negocios, sino de algo personal. Nuestras raíces se remontan a los fértiles bosques de Moknine, donde la tradición y la innovación se unen. Lo que comenzó como una herencia familiar se ha convertido en unas instalaciones de vanguardia que combinan conocimientos ancestrales con certificaciones modernas:
Orgánico (CCPB)
Kosher (STAR-K)
ISO 22000, IFS y BRC
Cada certificación es una prueba de que si bien Oleajoy honra el pasado, también cumple con los más altos estándares mundiales de la actualidad.
Siglos en cada botella
Cuando viertes aceite de oliva Oleajoy, no solo estás añadiendo sabor, estás saboreando:
La paciencia de los agricultores que recogen a mano las aceitunas en su mejor momento.
La sabiduría de las tradiciones transmitidas de generación en generación.
La resiliencia de los árboles que han resistido siglos de sol, viento y tiempo.
Es más que aceite de oliva. Es herencia embotellada para tu mesa.

Conclusión: Los olivos de Túnez son historia viva, y Oleajoy se enorgullece de transmitirla. Desde el olivar hasta la copa, cada botella es una celebración de la resiliencia, la autenticidad y el estilo de vida mediterráneo.










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